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Westlake Actualización Semanal 9.1.21 

 

Artículo destacado: Más grande no siempre es mejor

Me encantan las cosas en miniatura. Por ejemplo, esos tarritos de mermelada que te dan en el brunch o esas botellitas de tabasco cuando pides el servicio de habitaciones. Me encantan todos esos pequeños productos reenvasados. Así que cuando la Madre Naturaleza empezó a ofrecer productos en tamaños diminutos, como la sandía en miniatura, ¡puedes apostar a que me encantó! Pero no es sólo su aspecto lo que me hace cosquillas; hay algunas razones de peso por las que deberías comprarlas.

 

Por un lado, los mini melones no suelen pesar más de 1,5 kg. Y, francamente, a menos que seas un levantador de pesas, esos enormes melones de 9 kilos pueden ser una bestia para meter en la cesta de la compra. En cambio, las minisandías son lo bastante pequeñas como para levantarlas con una mano. Además, al llegar a casa, caben perfectamente en el frigorífico. Al llegar a casa son mucho más fáciles de cortar, ya que la corteza también es más fina.  

 

Otra razón para comprar una de estas mini sandías es que probablemente se desperdicien menos. Si alguna vez has comprado un melón tan grande que no has tenido tiempo de acabártelo antes de que se pasara, comprar un melón más pequeño es una solución fácil para reducir el desperdicio de alimentos. Me vuelve loca tirar productos en perfecto estado. 

 

Las sandías mini no tienen pepitas y suelen ser muy dulces, crujientes y jugosas. Como todas las sandías, son súper hidratantes, ya que contienen aproximadamente 90% de agua. Es un tentempié perfecto para disfrutar en un caluroso día de verano. O son ideales para convertirlas en bebida.  

 

Servir un delicioso cóctel en una mini sandía es un poco exagerado, pero es perfecto para el fin de semana largo que se avecina. 

 

Echa un vistazo a esta receta de The Spruce Eats...

 

Ingredientes

Instrucciones

 

Con un cuchillo afilado, haz un agujero circular en la parte superior del melón que sea un poco más grande que el fondo de la batidora. Quita la parte superior con una cuchara grande (no uses el cuchillo para eso).

 

Enrolle un paño de cocina húmedo en el fondo de un bol para estabilizar la sandía.

 

Con una batidora de inmersión, tritura la pulpa de la sandía, moviendo la batidora alrededor para licuar la mayor parte posible del jugoso melón. Tenga mucho cuidado de mantener la base de la batidora dentro del melón y lejos de su mano libre.

 

Vierte el tequila, el licor de naranja y el zumo de lima en el melón lleno de zumo de sandía. Remueve. (O añade zumo fresco de tus cítricos favoritos, como limas, naranjas o limones para que no contenga alcohol).

 

Bebe con pajita y disfruta.

 

Por suerte, tenemos un montón de mini sandías disponibles desde ahora hasta principios de octubre en Stockton. ¡Un montón de tiempo para hacer el verano un poco más dulce!

 

 

 

 

 

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