El término "productos funcionales" se oye cada vez más. La gente busca alimentos que contribuyan a su salud más allá de la nutrición básica. Esta forma de comer hace hincapié en frutas y verduras con beneficios específicos para la salud, como reforzar la inmunidad, mejorar la salud intestinal y potenciar la función cerebral. Por ejemplo, los productos funcionales, como las bayas ricas en antioxidantes o las verduras de hoja verde con propiedades antiinflamatorias, se están convirtiendo en opciones populares. A medida que la gente, especialmente los millennials y la Generación Z, adopta la alimentación como medicina, aumenta la demanda de variedades funcionales y ricas en nutrientes. Esta creciente concienciación está reconfigurando el sector de las frutas y hortalizas e impulsando las ventas.