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Westlake Actualización Semanal 9.28.21
Artículo destacado: Calabazas bonitas
La gente es muy exigente a la hora de elegir calabazas bonitas. ¿Puedes decirlo cinco veces rápido? Pero la verdad es que, con tanta variedad de calabazas para elegir, puede resultar un poco abrumador escoger la calabaza perfecta.
También depende del uso que le vayas a dar a la calabaza... ¿Será para adornar el porche y dar la bienvenida a tus invitados? Tal vez busque algo para esculpir una aterradora linterna o una calabaza para hacer una tarta.
Entonces, ¿qué color debe elegir? Estas calabazas de invierno, técnicamente llamadas "Cucurbita", vienen en naranja, pero ¿prefiere un tono ámbar a un color albaricoque? También hay azules preciosos, verdes suaves y profundos, blancos fantasmagóricos e incluso negros entintados.
Una vez elegido el color, hay que tener en cuenta el tamaño. Las calabazas pueden ser desde diminutas miniaturas hasta gigantescas como las de las ferias rurales.
La respuesta fácil a todas estas decisiones es ¿por qué elegir sólo una?
Todos los años compro al menos una calabaza para asar y comer. Si nunca has asado y hecho puré una calabaza para una tarta, ¡DEBES intentarlo! La textura es fenomenal. Sí, lleva más trabajo que sacar un abrelatas pero, ¡fresca siempre es mejor! Además, hay muchas variedades comestibles para probar y comprar.
La calabaza comestible más común es la Sugar Pie. Estas versiones más pequeñas de las emblemáticas calabazas son fáciles de conseguir e ideales para cocinar. Su pequeño tamaño hace que sean fáciles de cortar, deshuesar y asar. Son una excelente opción para platos salados o dulces horneados.
Sin embargo, hay variedades más dulces que prefieren los chefs, como el Long Island Cheese. Con sólo echarles un vistazo, adivinará de dónde viene su nombre. De tamaño mediano y rechoncho, parecen una rueda de queso gigante. Tienen un mayor contenido de azúcar y se prefieren para hacer tartas.
Creía que los tomates sólo tenían variedades autóctonas, pero también hay calabazas autóctonas, como la australiana Jarrahdale. Estas calabazas, más difíciles de encontrar, van del gris pálido al azul verdoso. Son preciosas como adorno, pero son las mejores calabazas para hornear en tartas, pasteles o barras. Llenas de sabor y casi sin hebras, tienen una textura densa y deliciosamente cremosa.
Además de para comer, cualquier calabaza es perfecta para el otoño. Así que, tanto si optas por el naranja estándar como por los tonos pastel suaves o una mezcla de todos ellos, ¡la caza ha comenzado! Comestibles u ornamentales, las calabazas son las mejores frutas para el otoño.
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